Lilith

Lilith es el nombre de un personaje mitológico poco conocido. Según la mitología cristiana, fue creada junto con el primer hombre, siendo por tanto la primera mujer de Adán.

Debido a que no aceptó ser sumisa a su pareja, abandonó el Jardín del Edén, siendo posteriormente asociada con fuerzas demoníacas.

Se trata de una deidad muy antigua procedente de Mesopotamia y Babilonia que también aparece en la tradición judeocristiana.

Al comienzo del libro Génesis, primer texto de la Biblia cristiana y hebrea, hay un pasaje que menciona la creación del hombre y la mujer. Habrían estado hechos de polvo o arcilla.

Sin embargo, después de este momento, este personaje femenino ya no es mencionado y entonces aparece Eva, derivada de la costilla de Adán.

Por lo tanto, hubo un borrado de esta figura en la mitología cristiana, lo que sugiere que partes del libro sagrado fueron alteradas.

Mito de Lilith en el Talmud

El mito cuenta que el hombre y la mujer fueron creados por igual, derivados del mismo material, el polvo. Pero en cierto momento, Adam intentó dominar a Lilith, acostándose encima de ella durante las relaciones sexuales.

Lilith no aceptó someterse al dominio de su compañera y decidió abandonar el Jardín del Edén. Esta versión de la historia forma parte del Alfabeto de Ben Sirá, uno de los textos del Talmud, documento que es la base del judaísmo.

Según estas escrituras, después de abandonar el paraíso, Lilith recibió la visita de tres ángeles (Snvi, Snsvi y Smnglof), quienes intentaron persuadirla para que regresara al Edén, pero ella se negó.

Luego Dios creó una nueva mujer para hacerle compañía a Adán. Fue en ese momento cuando apareció Eva.

Mientras tanto, Lilith se había unido con el ángel caído Samael. Ellos fueron quienes tentaron a Adán y Eva convirtiéndolos en serpientes.

Así, se la describe como un demonio que parece atormentar a hombres, niños y recién casados.

Lilith en otras mitologías

Este personaje también existe en otras mitologías y culturas antiguas, como Sumeria y Babilonia, donde se la relacionaba con las fuerzas del mal, pero también con la Luna y la fertilidad.

En Mesopotamia, su símbolo era el viento, traía enfermedades y en ocasiones la muerte. En la mitología griega, se asocia con la diosa Hécate, deidad guardiana de las puertas al inframundo.

Significado de Lilith en la época contemporánea

La figura de Lilith hoy se relaciona con la insubordinación, la sensualidad, la búsqueda de la justicia, la independencia y la igualdad.

Debido a que fue "borrada" de la historia bíblica más conocida, se entiende que representaba una amenaza al sistema patriarcal impuesto por el cristianismo.

Se convirtió así en un arquetipo de la mujer libre, que se rebela contra la opresión masculina y prefiere construir su propio camino antes que permanecer a la sombra de un hombre.