Santa Muerte

La Santa Muerte o Santa Muerte es parte de la religión popular mexicana representada por una figura con forma de esqueleto que a menudo sostiene un globo terráqueo, una hoz, un reloj de arena o una balanza.
La Santa Muerte y la cultura mexicana.

La Santa Muerte se ha vuelto omnipresente en México y es cada vez más común entre los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos. La Santa Muerte no es aceptada ni autorizada por la iglesia católica, pero los devotos, predominantemente católicos, le piden protección en situaciones difíciles y asistencia para asegurar el amor, el éxito económico y la salud. Hay celebraciones en todo el país a la Santa Muerte, para que pueda ayudar a causas perdidas.

Los medios asocian la figura de la Santa Muerte con el narcotráfico donde participantes del crimen organizado dicen estar protegidos por la imagen de la santa.

Hay un aura de que la imagen protege a los desfavorecidos y menos privilegiados de la sociedad mexicana. Quienes están alejados de la religión católica o que forman parte de minorías se sienten más cercanos al culto a la Santa Muerte.

Muchos de los elementos de la Santa Muerte (la imagen y veneración) existieron entre los indígenas, trae elementos europeos y suma la cultura popular afrocaribeña.
Origen de la Santa Muerte

Ni los estudiosos ni siquiera los devotos han podido identificar las fuentes y los orígenes con precisión. Son muchas las preguntas que quedan en el aire y las respuestas son múltiples. Dependiendo de la región, las propias prácticas litúrgicas o la mención del origen del culto se vuelven inciertas. Esto acaba trayendo un misterio sobre el culto y aumentando la especulación.

Se menciona que la figura esquelética se remonta a los pueblos indígenas del período precolonial. Otras fuentes afirman que nació en la época colonial, inspirada en los cultos europeos y mezclada con el catolicismo. Otras fuentes dicen que es algo mucho más moderno.
Lo que se sabe del culto a la Santa Muerte

Lo que realmente sabemos es que estos santos populares se encuentran entre las entidades sobrenaturales que mayor consuelo brindan a sus devotos. Crean sus liturgias y prácticas. Creen firmemente que el objeto de adoración los escucha, responde a través de súplicas y experiencias espirituales.

La Santa Muerte ha construido su identidad así: en los brazos de las personas que sufren y que necesitan respuestas desde un punto de contacto que les lleve a una realidad diferente a la vivida. Algo que los proteja, los libre de los males terrenales y haga milagros.

La Iglesia católica lo observa de forma ostentosa y no reconoce el culto al santo como algo oficial. Es una religión popular que crece frente al clero y no tiene poder para detener este crecimiento en la cultura popular.